Si quieres ayudar a uno de nuestros perros, pero no puedes darle un hogar definitivo, este puede ser tu modo de colaborar. Ser casa de acogida consiste en abrir las puertas de tu casa para que uno de nuestros perros entre a formar parte de manera temporal de tu familia.
Serás el apoyo que necesita en los primeros días, la persona de referencia para ayudarle con los miedos, enseñarle todo lo que supone vivir en un hogar y que vaya aprendiendo a confiar de nuevo en las personas. Te encargarás de su recuperación física, psicológica y de llevarlo al veterinario para realizar el protocolo veterinario completo (los gastos veterinarios corren a cargo de la asociación). Esta experiencia a veces dura, pero inolvidable, permite que nuestros perros no vayan a una residencia sino que puedan vivir en el calor de una familia desde el primer momento de su rescate y hasta que encuentre su hogar definitivo, una adopción.
El tiempo medio de acogida suele durar entre 2 y 6 meses aunque siempre hay excepciones para casos especiales, y en todo momento contarás con el apoyo de un colaborador de referencia que te ayudará dándote pautas y con las dudas e incidencias que puedan surgir en el acogimiento.
Podrás ayudar así a un perro a adaptarse a la vida en una familia, ya que lo único que ha conocido la mayoría son las penurias de una vida plagada de injusticias.
Si estas interesado